#10. Pan para hoy; mañana, ¿desconfianza?
Porque es un mecánico que solo revisa el motor; un pastelero que te da la receta; un bombero que teoriza sobre la mejor forma de apagar un fuego.
Se han puesto de moda las asesorías on-line. Las asesorías y las mentorías. Ambas me hacen temblar. No porque no haya buenas: haberlas haylas, como las meigas gallegas, pero no es oro todo lo que reluce (cómo estoy con el refranero, jod**).
Te voy a poner dos ejemplos.
El primero es de una persona cuya trayectoria admiro. El señor se ha montado una gran base de interesados (leads, en marketing) y vende consultas y formación on-line (sobre pautas de educación canina). El problema es que, como indica su web, las consultas son “una ayuda”, un plan de trabajo que deberás sacar tú adelante o con ayuda de un profesional en formato presencial.
Y decir esto es políticamente incorrecto, pero ¿qué hace entonces? Pues (imagino que) te empapa de conocimientos en una hora, resuelve todas las dudas que puede y te deja, de nuevo, en la calle. Mola para su cliente, pero no es muy honrado ni para la profesión ni para el resto de profesionales. Porque es un mecánico que solo revisa el motor; un pastelero que te da la receta; un bombero que teoriza sobre la mejor forma de apagar un fuego.
Y el tío lo hace genial, ¿eh?
Y la academia on-line es utilísima para las familias.
Pero cuando hay que arremangarse, él no está; cuando el cliente llega al siguiente profesional (alguien que sí que trabaja en presencial), lo hace con 100, 200 o 300 euros menos. ¿Y ahora qué?
Con las mentorías, está dándose un fenómeno similar. Estamos sacando negocios de debajo de las piedras. El otro día, leía: “si venden oxígeno embotellado, tú puedes trabajar en mil ámbitos de la educación canina en formato on-line”. Quizá sí, pero hay un límite para el on-line, lo digital no puede con todo, y temo que el pan de hoy no solo sea hambre para mañana, sino también desconfianza.
Porque me da en la nariz que el segmentar y crear nichos es como lo de las primeras visitas, que hay profesionales que viven toda la vida de esa primera toma de contacto, pero ahí falla algo, ¿no crees?
El tiempo lo dirá.
J.